La seguridad de los datos en línea es un tema fundamental para el funcionamiento del mundo moderno, sobre todo los datos del sistema bancario, datos que si por alguna razón fuesen vulnerados representaría la pérdida de vidas enteras para las personas. Por eso es fundamental que entendamos la mejor manera de protegerlos, incluso de los dueños de estos.
Recientemente se ha dado un aumento en toda Latinoamérica de los casos de estafa y fraude por medio de enlaces falsos, que regularmente se hacen pasar por solicitudes de bancos intentando confirmar datos, han utilizado enlaces que pueden intervenir los smartphones de los usuarios o que los conducen a páginas identificadas como si fueran del banco para que llenen formularios con sus datos privados.
Según Forbes “México cerró el año 2021 con un incremento del 52% en las denuncias de fraudes bancarios por internet con respecto a 2020 al situarse en 24,215 reclamaciones, según informó la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).”
Ha sido tal el nivel de peligro que estás estafas representa, que países como Honduras se han visto obligados a legislar para proteger a sus ciudadanos de este tipo de amenazas, tomando la decisión de prohibir a los bancos enviar enlaces o “links” a sus clientes, ya que así podrán asegurar que todos los enlaces que reciban los clientes pueden ser considerados falsos.
Este nuevo reglamento ha causado un debate en las conversaciones sobre la transformación digital, ya que sus defensores sostienen que es un retroceso para las mismas, ya que Las instituciones financieras que ofrecían servicios sobre plataformas como videollamadas para sus clientes, han tenido que suspenderlas y la primera reacción fue pensar que ahora, los clientes debían acudir obligatoriamente a las agencias o sucursales para completar cualquier trámite.
En ACF creemos que las medidas de seguridad no pueden ser consideradas atrasos en la transformación digital y por eso nos hemos dado a la tarea de crear un e-book en el que incluimos varias soluciones para mantener los servicios y atenciones digitales y omnicanal sin arriesgar la seguridad de tus usuarios, puedes descargarlo aquí.
Ahora bien, en este artículo queremos conversar sobre cómo optimizar las herramientas que el banco o institución financiera ya posee, y que están certificadas en términos de seguridad. Hablamos de la banca en línea, ya sea por medio de una APP o del sitio web, utilizando estas aplicaciones el cliente no pone en riesgo ninguno de sus datos.
Fila Virtual:
En el contexto de servicios que obligatoriamente tiene que ser tramitados físicamente en una sucursal, el cliente, ingresa a su banca virtual, donde se habilita la opción de pedir un ticket o turno para el servicio en la agencia que mejor le convenga en términos de distancia, tiempos de espera, cantidad de clientes en espera. Le llega la información de su turno por el canal que elija: SMS, e-mail, notificación PUSH o WhatsApp.
Al ingresar su solicitud por medio de la banca en línea, no fue necesario solicitar ningún dato al cliente, ya que al iniciar sesión se confirmó su identidad, si necesita hacer alguna modificación para su turno o cancelarlo, podrá ingresar a la sección de la banca en línea y realizarlo. Todo esto sin la necesidad de enviar ningún tipo de enlace, solamente la información de su turno en la fila.
Atención de videollamada:
Un caso similar es el de la videollamada para atención con un ejecutivo, el usuario ingresa a su banca electrónica en el que podrá encontrar un espacio para solicitar el servicio, al hacer clic en la solicitud, automáticamente un asesor estará disponible para comunicarse con el cliente. Al estar ya identificado dentro de la plataforma, no es necesario solicitar ningún tipo de información, ni enviar ningún enlace.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo la transformación digital puede continuar sin poner en riesgo la seguridad de los usuarios, brindando facilidades de conexión y aprovechando las plataformas especializadas como Q-Flow al máximo, sin sacrificar ni un poco la experiencia de los clientes.
Recordemos que ahora, los clientes buscan proveedores de servicios empáticos y esa empatía debe sentirse en cada decisión, sobre todo en la de velar por la seguridad de nuestros clientes.