En un mundo donde la experiencia del cliente define el éxito de las empresas, la calidad de la atención al cliente se ha convertido en un factor clave para fidelizar o perder usuarios. Un reciente estudio revela que 81% de los usuarios dejaría de usar una marca tras una mala experiencia. Con más de la mitad de los reclamos relacionados con servicios de telefonía e internet, las empresas deben reconsiderar cómo optimizan la comunicación con sus clientes.
Aunque el uso de chatbots y herramientas automatizadas está en auge —el 72% de los usuarios ha interactuado con ellas—, la satisfacción no siempre es la esperada. Solo el 43% de los usuarios considera que estas herramientas son efectivas, mientras que un 35% las califica como regulares. Si bien estas soluciones automatizadas tienen su lugar, está claro que los usuarios aún valoran el contacto humano, especialmente cuando se trata de resolver problemas complejos o delicados.
En Chile, por ejemplo, el 37% de los encuestados prefiere el teléfono para comunicarse con las empresas, seguido por WhatsApp (23%), locales físicos (29%) y otros softwares de atención al cliente (11%). Estos datos reflejan la importancia de los canales directos y personalizados para lograr una atención efectiva.
Aquí es donde entra en juego Q-Flow, una poderosa herramienta de videollamada que está transformando el panorama de la atención al cliente. Con Q-Flow, las empresas pueden ofrecer una experiencia personalizada, permitiendo a sus clientes conectarse cara a cara con agentes capacitados que pueden atender sus necesidades de manera eficiente. A diferencia de los chatbots, que pueden dejar a los usuarios frustrados por respuestas automáticas o limitadas, las videollamadas de Q-Flow proporcionan un trato humano en tiempo real, lo que mejora la satisfacción y refuerza la confianza en la marca.
Además, el uso de videollamadas ofrece ventajas significativas sobre otros canales. A diferencia del teléfono o el WhatsApp, las videollamadas permiten una interacción más rica y cercana, lo que facilita la resolución de problemas complejos al mismo tiempo que genera una conexión emocional con el cliente. En un entorno donde la privacidad y la comodidad son esenciales, Q-Flow garantiza que las interacciones sean seguras, eficaces y adaptadas a las necesidades de cada cliente.
La transformación digital no implica alejarse de la atención personalizada, sino utilizar las herramientas adecuadas para ofrecer el mejor servicio. Q-Flow combina lo mejor de la tecnología con el toque humano, garantizando que la relación con el cliente no solo se mantenga, sino que se fortalezca.
¡Es momento de mejorar tu atención al cliente y marcar la diferencia con Q-Flow!