Como bien es conocido en el mercado de la salud, la telemedicina ya es una realidad que está creciendo, desde su nacimiento en la década de 1960 cuando la NASA controlaba los signos vitales de sus astronautas durante las misiones espaciales. Gracias a diferentes medios e internet, su avance ha sido exponencial.
La telemedicina se ha desarrollado en varias ramas, no solo está focalizada en la atención de pacientes a distancia, como se ha dado el caso en diferentes países por la centralización de los servicios, o por las poblaciones en lugares remotos con recursos de salud limitados, ella también forma parte de un mejor manejo y transmisión de comunicación e información. Y está en un constante cambio, dictado por los avances tecnológicos, el contexto socioeconómico y de salud.
En estos últimos meses se ha convertido en la solución para entregar de manera remota la atención a muchos pacientes, y evitar la asistencia masiva a centros de atención. Los reportes de McKinsey & Co muestran un aumento de 50 a 175 veces en el volumen de pacientes, desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Y según la OMS y un estudio realizado por la Asociación Médica Americana, el 75% de las enfermedades comunes pueden ser tratados con la telemedicina, pero a la par este servicio ha aumentado alrededor de un 46% en latinoamérica, según una encuesta de “tendencias médicas globales” realizada por la consultora Willis Towers Watson.
Vemos que se trata de una herramienta para mejorar la eficiencia, pues brinda múltiples beneficios: nos permite replantear los servicios de salud para optimizar recursos, coordinar y compartir recursos remotos.
Sin embargo, existen también obstáculos o barreras, para emprender y realizar una transformación de este tipo:
A través de la telemedicina, se da la posibilidad que profesionales de la salud estén presente en primera línea para atender de manera más rápida y eficaz a las personas que necesitan una atención presencial, y dejar espacio para enfocar los recursos y esfuerzos en investigación, capacitación y evaluación de proveedores. Acciones que llaman al avance de la salud de la población y de comunidades enteras, a través de:
El uso de nuevas tecnologías termina abaratando los costos y colaborando con la conectividad con médicos y especialistas, entre ellos se pueden intercambiar y agilizar información clínica para hacer estudios, diagnósticos, tratamientos de enfermedades y chequeos médicos en tiempo real.
Sin embargo podemos encontrarnos con algunas desventajas, o factores que pueden jugar en contraparte:
Según R.E. Scott y la publicación “Framework for the Implementation of a Telemedicine Service” la Telemedicina es parte esencial y sinónimo de ehealth (eSalud), término que ha colaborado a entender mejor la transformación de la salud.
Informática de la salud: Integración de redes de información, sistemas de historias y registros médicos electrónicos, asociados a servicios para recopilar, analizar y distribuir información relacionada con la salud de cada paciente.
Telesalud y telemedicina: Interacción directa o indirecta con pacientes y otros proveedores de atención médica.
E-learning: A través de las TIC se ofrecen oportunidades de aprendizaje y educación a los profesionales, proveedores de salud y ciudadanos.
Comercio electrónico: los sistemas de información hospitalaria permiten el control de los servicios prestados a los pacientes y sus costos asociados, así como la información administrativa.
Actualmente, en México existe más de 818 centros de salud cuentan con la tecnología de telemedicina con el foco de poder atender a distancia, sin embargo existe el objetivo es desarrollar una red nacional de telemedicina donde se vinculen los diferentes niveles de atención: Primaria, secundaria y de alta complejidad para incrementar la capacidad y alcanzar el estándar que establece la (OMS) Organización Mundial de la Salud (OMS): al menos tres médicos por cada 1,000 habitantes.
El sistema integral de telemedicina del Seguro Social cuenta con una red de referencia que involucra más de 30 especialidades médicas (Cirugía, Medicina Interna, Pediatría, Gineco-obstetricia, Psiquiatría, Dermatología, Neurología, Oftalmología y Cardiología, entre otras).
Así lo señalamos en ACF, en nuestra sesión de salud, y es que este sector debería incluir diversas soluciones que faciliten la gestión de los profesionales y mejoren los niveles de atención y asertividad con los pacientes. Agendamiento de citas, autoregistro, gestión de procesos BPM, wayfinding, señalización digital, retroalimentación en tiempo real e inteligencia artificial.
Procesos que ofrezcan experiencias sin complicaciones que logra beneficiar tanto a pacientes como profesional médico, personal de administración.
Y es que la evolución nos lleva a pensar en la expansión, el cambio dentro y alrededor de la telemedicina no solo se logra a través de una videollamada, sino en su operabilidad de manera global, donde la investigación y la comunicación sea parte de un plan mayor que permita una gestión administrativa y de servicios más fluida. Que habilite mejores tomas de decisiones, apoye la formación y la asesoría a distancia, y desarrolle el trabajo colaborativo entre profesionales de la salud.
La Telemedicina puede transformarse en una herramienta de empoderamiento para los pacientes al enfrentarse a su propia enfermedad, ya que a través de ella puede estar mejor informado, tener acceso a su historial médico y pedir una segunda opinión.
Para su desarrollo, entre algunas de sus tecnología utilizadas están:
La telemedicina ha mejorado a través de la innovación constante, como:
Estudios de Mordor Intelligence, la agencia de estudios de mercado indicó que la Telemedicina es un sector que está creciendo, tanto en el sector público como privado, y estimó que este crecimiento en el 2021 asciende a 75,000 millones de dólares a nivel mundial para el 2021.
Avances médicos en este año 2021 muestran tendencias hacia la consolidación y la transformación digital en el sector salud, gracias a la: Integración y analítica de registros clínicos en plataformas interconectadas. Transformando el análisis de datos en información útil para la toma de decisiones. Y el desarrollo de productos y servicios como tecnología médica para monitoreo remoto.
Hay todo un campo de posibilidades para explorar e impulsar, si ya existen especialidades relacionados con el mundo digital en teleconsultas y videollamadas, existen otras especialidades de atención primarias (medicina general, pediatría) que difícilmente desarrollen sus servicios de manera remota, pues si bien tienen una buena comunicación con sus pacientes, bien no conocen todos los beneficios o no saben por dónde empezar.
La telemedicina será parte de un sinfín de oportunidades, el 2021 se cerrará con más de 400 millones de visitas médicas virtuales en todo el mundo, esto corresponde a una facturación de más de 525.000 millones de dólares. Y el mercado de citas virtuales alcanzará 8.000 millones de dólares.
Asimismo, en el caso de América Latina el mercado de la telemedicina está valorado en más de US$1.5 mil millones y crecerá a más del 20.5% anual entre el 2020 y 2026, un comportamiento impulsado por la pandemia, pero que va a trascender esta.
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