Las tecnologías son las principales aliadas de la salud y su implementación dentro de los hospitales es más necesaria que nunca, ya que permite mejorar la atención al paciente.
En esta entrevista,José Miguel Munarriz, Latin America Chief Business - Development Officer and Head of Strategy & BD de ACF Technologies, nos explica cómo se están aprovechando las tecnologías y sus aplicaciones dentro del hospital en actividades muy específicas.
Actualmente pueden ser infinitos los temas que observamos y hablan sobre cómo mejorar la atención en los centros de salud, por ejemplo: mejor tecnología de punta; qué equipos médicos nuevos debo comprar para mejorar la atención; si existe alguna fórmula secreta para lograr el éxito en los hospitales; o cómo integro las nuevas tecnologías de atención al paciente en los centros de salud.
Pero en el fondo, todo debe conducir a la razón de ser de estos recintos de salud, que la única razón por la que fueron creados son los pacientes.
Esto nos lleva al centro del tema y es que debemos estar enfocados en la calidad y satisfacción de los pacientes, en mejorar la atención, y mantener una saludable distribución y procesamiento de los flujos de atención, tomando en cuenta algunos factores.
El primero es la comunicación paciente-médico- enfermera/o – administración – delivery de insumos que definitivamente usan cada vez más las tecnologías de comunicación digital, sin incluir todas aquellas herramientas paralelas de educación para la salud, entretenimiento y comunicación a través de mercadeo, que permiten tener al paciente más conocimiento y salud mental. Con la telemedicina puedes conversar con pacientes desde cualquier lugar con una videoconferencia segura y en vivo. Usando una cámara web o tú mismo celular, puedes hacer preguntas, realizar el chequeo de rutina y conversar con el paciente como si estuviera en las instalaciones físicamente.
Los puntos de acceso o entrada a un centro de salud son el segundo punto más importante, y se refiere a ese contacto del paciente con la persona que lo registra ante cualquier eventualidad o necesidad. Este punto es crucial porque la atención en este primer acceso es lo que marca la experiencia que va a recibir el paciente.
Como tercer punto podemos mencionar el tiempo, que es lo más valioso del ser humano y que nos lleva a pensar en la forma y manera de utilizar el tiempo eficientemente, sin contar que cada minuto en el sector salud cuenta profundamente.
Existen en el mercado tecnologías para gestionar el flujo de pacientes, desde su ingreso hasta el alta, que se integran con procesos fuera de línea como el diagnóstico de resultados de pruebas de laboratorio y el procesamiento de pagos. Herramientas que sincronizan los diferentes flujos de trabajo para brindar una experiencia del paciente sin contratiempos; eliminando demoras y evitando la derivación incorrecta o que los pacientes abandonen la cola en el proceso. Estas herramientas tienen la capacidad de enviar recordatorios automatizados a los pacientes y médicos, en los que se especifican desde datos, citas, instrucciones de preparación hasta historial del paciente, que ayudan al personal y a los pacientes a centrarse en las interacciones humanas, simplificando el trabajo del personal médico.
Para ello debemos incorporar la tecnología, y llámese tecnología no solo a las plataformas de atención, sino también a la Inteligencia Artificial, que nos permitiría abordar con más precisión la toma de decisiones de forma clara y directa. A esto le agregamos el aprendizaje de máquinas que nos permite indudablemente aprender de la data histórica y llegar a niveles predictivos dentro de toda el área cognitiva.
Definitivamente este es uno de los grandes retos en el sector salud y enfoquémonos en lo que llamaría la renovación del sector, como prioridad actual principalmente en los procesos y flujos de atención al paciente aunado y combinado con los procesos administrativos.
Enfocándonos en este punto, podemos decir con claridad que ésta debería contemplar una modernización en infraestructura y equipamiento, capacitación y uso de datos, lo cual permitirá no sólo ofrecer una mejor experiencia al paciente, sino también procesos internos ágiles y de reducción de costos. Pero, la gran pregunta es… ¿Cómo lograrlo? Lo primero que observamos es que a pesar de que la mayoría de los ciudadanos tienen derecho al acceso a un servicio público de salud, no lo usan, ya sea porque es demasiado el tiempo de espera, no se les otorgan todas las medicinas o no se confía plenamente en dichos servicios. Éste es el primer desafío. En este punto, desde ya hace algunas décadas y no es casualidad, que nacieron las entidades de medicina prepagada, las cuales cumplen con las características esenciales de atención primaria pero también de cirugías de alto performance, lo que nos lleva a un punto tecnológico importante y se refiere al uso de datos.
Ya con el diagnóstico, el uso de datos resulta una herramienta fundamental e indispensable. Para lograrlo, los centros de salud deberán usar más dispositivos conectados a la red, softwares que ayuden a agilizar los procesos administrativos y gestionar el flujo de pacientes, como el Business Process Management (BPM) o herramientas de programación de citas, que optimicen y permitan la reserva fácil y rápida de procedimientos altamente complicados en los que participan múltiples miembros del personal y recursos (habitaciones, camas, equipos, etc.); así como otras tecnologías, entre las cuales destacan las aplicaciones móviles y hasta la inteligencia artificial.
Por otra parte, tenemos y debemos considerar el control de atención, que se traduce en el control de la capacidad de asistencia, la cual podemos controlar a futuro de forma más precisa si incorporamos a toda la plataforma tecnológica con Inteligencia Artificial y plataformas de predictibilidad.
Por último, la opción de telemedicina para agilizar el proceso de citas y humanizar la experiencia digital, en la que los pacientes reservan una cita, envían una notificación cuando les toque el turno y luego se conectan a través de una videollamada. Podrás compartir tu pantalla, diagnosticar al paciente y hacer un seguimiento mediante un sistema de mensajería que los mantendrá a todos conectados.
Es muy interesante esta pregunta y creo importante aclarar que la noción de Industria 4.0 nos remite originalmente al “Plan Industria 4.0” de Alemania, que en los últimos años ha influido fuertemente en la forma en que un número creciente de países centrales, y también en desarrollo, lleva a cabo sus políticas industriales y tecnológicas.
El concepto de Industria 4.0 recoge las respuestas estratégicas de los países desarrollados frente a lo que ciertos autores y organismos internacionales han popularizado como “la cuarta revolución industrial” basada en el carácter más ubicuo y móvil del internet, lo que permitiría la difusión de sistemas ciber-físicos del llamado “internet de las cosas” (IoT) y donde ahora incorporamos la Inteligencia Artificial, aprendizaje de máquinas dentro del entorno del Deep Learning, y por supuesto con todo el análisis de datos avanzados.
Evidentemente el sector de la salud no se escapa de esto, salvo que utilizamos el IOT en beneficio del ser humano y sus procesos de atención, recopilando cada vez más y más datos que nos permitan adelantarnos con tratamientos preventivos generados por el aprendizaje con data histórica lo que permite predecir eventos con antelación.
Hoy día vemos como se utilizan las diferentes plataformas de comunicación en el mundo de la salud, como localización y concentración de imágenes médicas en la nube, integración de análisis inteligentes sobre datos clínicos en tiempo real, y la integración de diferentes médicos o centros de salud con poder de toma de decisiones de forma inmediata, regresándonos al punto focal que mencionamos al inicio que es el correcto manejo del tiempo.
Las tecnologías son definitivamente las principales aliadas de la salud moderna.
Casi todos los entornos de atención hospitalaria quieren mejorar el flujo de pacientes, salas de emergencia abarrotadas, horarios de cirugías complicados, engorrosas transferencias de pacientes entre departamentos, desvíos de las ambulancias, largos tiempos de espera para recibir atención o, lo que es peor, pacientes que abandonan tratamientos y citas debido a esos tiempos de espera.
Para disminuir esas dificultades, sería ideal registrar los datos que muestren qué llevó desde un principio a un paciente a esta situación, aunque estos datos son por lo general difíciles de reunir.
Múltiples empresas en el mundo han desarrollado soluciones informáticas y tecnológicas para solventar estos procesos, pero sigue siendo un desafío monitorear el ciclo completo del viaje del paciente o lo que se llama en nuestro medio tecnológico el "Patient Journey" que sigue una persona a lo largo de ese flujo de la atención hospitalaria. Si bien la migración a los registros médicos electrónicos resolvió el problema de los datos compartidos, los sistemas aún dependen del ingreso manual de la información en muchos casos, un proceso que normalmente no se lleva cabalmente en tiempo real.
Ahora, utilizando soluciones escalables en la nube con sensores, los hospitales pueden medir cada una de las áreas de la experiencia de sus pacientes y automatizar procesos clínicos obsoletos mediante soluciones modernas de servicios de localización. Las aplicaciones implementadas en una nube IoT (Internet de las cosas), que pudieran utilizar Bluetooth de bajo consumo (BLE), y que nos proporcionan datos de localización en tiempo real que alimentan las soluciones para los principales puntos problemáticos del flujo de pacientes.
Con los servicios de localización, más las plataformas de atención digital, los hospitales pueden hacer seguimiento de la experiencia de los pacientes desde el ingreso hasta el alta. Los tiempos de espera de los pacientes en los ingresos, en las salas de exámenes, las farmacias, o incluso los desplazamientos por los pasillos, todo esto puede ser supervisados de cerca. Gracias a estas soluciones, los hospitales pueden medir el nivel real de sus tiempos de servicio; en otras palabras, el tiempo real en que los pacientes participan en el flujo de atención.
Esto trae innumerables ventajas. Por ejemplo, la posibilidad de automatizar alertas para que los médicos examinen a los pacientes que han estado esperando durante más tiempo de lo normal o de acelerar los ingresos al permitir que los pacientes se registren con sus teléfonos inteligentes a través de aplicaciones móviles que detectan su ubicación.
Aunque las nuevas tecnologías pueden no estar aún masificada en América Latina, como hemos mencionado, en Norteamérica se usa activamente y de manera exitosa. Esto es en definitiva una gran oportunidad de crecimiento.
Como sabemos, la medicina y sus modelos de atención están cambiando, en parte por la mayor disponibilidad de datos de salud individuales, junto con las técnicas de análisis conocidas como big data. Este mayor nivel de información permitirá el avance de la medicina de precisión, con cuidados y tratamientos más personalizados, lo que nos conduce a que el paciente requerirá acceso y control sobre su información, acorde a sus necesidades.
Otro gran cambio será la descentralización de servicios alentada por las tecnologías móviles, la telemedicina, algoritmos de inteligencia artificial, la impresión 3D y los biosensores. A pesar de que las herramientas digitales han sido usadas en emergencias de salud pasadas, la pandemia de COVID-19 ha sido un catalizador universal para la transformación digital tanto de prestadores como consumidores de servicios de salud a nivel mundial.
En este sentido, el paciente pasa a ser el protagonista de su cuidado creando un nuevo paradigma en la medicina que definitivamente lo está cambiando. Este cambio pone al paciente en el centro, y lo supone comprometido y protagonista de su cuidado. Las herramientas tecnológicas de telemedicina contribuyen a este empoderamiento o incorporación del paciente al proceso, responden a su necesidad de información y lo transforman en un agente activo de su cuidado. A su vez, estas herramientas facilitan la retroalimentación, la creación de redes y la optimización de recursos.
En este punto la respuesta a su pregunta es relativamente sencilla y que durante los últimos 10 años, nube, analíticas y las tecnologías que empoderan las experiencias digitales continuamente han generado disrupción en operaciones de TI, modelos de negocio, y mercados. Si bien esas fuerzas que ahora son familiares ya no califican como “tendencias,” sus impactos no pueden ser pasados por alto, y sus historias continúan evolucionando.
En los últimos años hemos podido presenciar como algunas nuevas tecnologías, tales como la tecnología cognitiva, realidad digital como AR, VR, IoT, y otras se han tomado la batuta de la disrupción. Mientras tanto, podemos decir que existen tres fuerzas fundamentales que hacen posible a las organizaciones aprovechar la innovación al tiempo que mantienen la integridad operacional, la modernización de sistemas centrales heredados, transformación del negocio de la tecnología, y evolución de las estrategias del riesgo cibernético más allá de seguridad y privacidad. Esas fuerzas forman la columna vertebral del pasado y el presente de la innovación en tecnología.
Cada una de estas tecnologías y otras avanzan muy rápidamente y aquella institución de salud que no se suba en este tren de alta velocidad sencillamente no podrá traspasar fronteras, la tecnología en el mundo de la salud lo que nos permite es hacerla más accesible en tiempo real, nos acerca e interconecta aún más entre países y personas.
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